Lo que queda de Spangen


La manzana de Michiel Brinkmann en Spangen (Rotterdam, 1919) es uno de los primeros ejemplos de uso del corredor como sistema de acceso en la vivienda social contemporánea. El corredor, entendido como una calle elevada, acabaría siendo un tema recurrente, casi una manía fija de los arquitectos modernos. 
En Spangen, la galería, de casi un kilómetro de largo y ancho variable entre 2,3 y 3,3 m, accesible al carro del lechero a través de montacargas, era un lugar de encuentro entre los vecinos. En la foto antigua vemos una joven pareja sentada a la puerta de su casa, con sus hijos cerca. Pero, como dice Hertzberger, no se puede estar en dos sitios a la vez: las calles elevadas vaciaron de gente la calle de verdad, la que está a ras del suelo. 
Actualmente, la manzana de Brinkman en Spangen está vacía, con sus viviendas clausuradas para evitar su ocupación o vandalización, a la espera de una futura rehabilitación. De día, alguna pareja de jóvenes entra con la moto a fumar en los patios abandonados a las malas hierbas. De noche, pocos deben atreverse a entrar.

Fotos visita tUR. Abril 2010